miércoles, 24 de marzo de 2010

Valoración crítica de La comedia nueva de Leandro Fernández de Moratín

Aquí podéis encontrar una valoración crítica modelo de La comedia nueva de Fernández de Moratín, muy útil para una de las preguntas de la PAU.


LA COMEDIA NUEVA DE LEANDRO FERNÁNDEZ DE MORATÍN

1. Breve identificación.
Leandro Fernández de Moratín (Madrid 1760 - París 1828) es el creador de la comedia neoclásica, uno de los géneros literarios característicos del siglo XVII. Formó parte del grupo de intelectuales ilustrados del Madrid borbónico que más apoyaron a José Bonaparte, por lo que después de la guerra de la independencia tuvo que abandonar el país. Murió en el exilio como tantos otros españoles de la época.
Aunque escribió algún poema y algún ensayo lo que le hizo famoso fueron sus comedias neoclásicas de corte satírico El viejo y la niña, El sí de las niñas (la más conocida) y La comedia nueva o El café, obra que comentaremos.

2. Valoración y sentido. Elementos estructurales de la obra.
Esta comedia estrenada en 1792 en el Teatro Príncipe sostiene la idea central del movimiento neoclásico, renunciando a la exageración del teatro barroco poscalderoniano y solicitando un regreso a los principios del teatro tradicional, el de las reglas de las tres unidades. Otro de los conflictos que Moratín analiza es la lucha entre el papel tradicional y el papel moderno de las mujeres en la sociedad española de su época.
El resumen de la obra es el que sigue. Don Eleuterio está contento porque, con el consejo experto de don Hermógenes, hombre pedante y poco fiable, se dispone a estrenar su obra El gran cerco de Viena. Recibe el apoyo y la ayuda de su mujer, doña Agustina, quien ha sacrificado su vida familiar para ayudar a escribir la obra a su marido. No están tan convencidos del éxito ni don Pedro, hombre culto y entendido en cuestiones teatrales, ni doña Mariquita, hermana de doña Agustina. Al final, la obra resulta un fracaso porque no era nada diferente a las obras que ya existían. Pero no todo está perdido, Don Pedro acoge a la familia fracasada.
La estructura de la obra no es exactamente la de las obras neoclásicas, ya que el autor pasa de tres actos a dos actos. El primero de ellos contiene seis escenas y el segundo diez. La sencillez de la obra no da para más, no es una obra de enredo. El argumento es sencillo y se extiende, principalmente en la caracterización de los personajes. Moratín no quiere extender la resolución de un conflicto para el que cualquier extensión sería retórico, hecho totalmente contrario a lo que se propone la obra: criticar la extensión innecesaria y la parafernalia de las obras teatrales posbarrocas.
Planteamiento y progresión de la obra. Se adapta plenamente al teatro neoclásico porque la obra posee una sola acción: la discusión sobre la representación de la obra de don Eleuterio. Moratín compagina lo que vemos en escena con lo que se oye o se intuye fuera de ella. Los personajes debaten y discuten sobre la idoneidad o no del tipo de obras que se representan, pero no se dan cuenta de que la obra ya ha empezado y van a llegar tarde gracias a que el reloj de don Hermógenes se paró. La aparición de don Pedro en escena al final de la obra anticipa el resultado. Fracaso total. Por lo tanto, el enfrentamiento entre las dos posturas se decanta a favor de don Pedro y doña Mariquita, quienes creían que la obra no era nada del otro mundo. El desenlace final debería ser ése. Pero Moratín termina con una especie de epílogo en el que don Pedro, sin mucha verosimilitud para la obra, recoge a la familia vilipendiada y engañada por don Hermógenes.
Personajes. Todos los personajes son de la misma clase social a pesar de su diferente posición económica. Veamos personaje por personaje.
- Don Eleuterio es el autor de la obra que se va a representar; está muy ilusionado y ha recibido la ayuda de su mujer doña Agustina. Don Eleuterio no llega a ser autor por capricho, ha sufrido varios percances en su vida y la dramaturgia cree que es su salvación. Cuando comprueba su fracaso acepta el trabajo que le ofrece don Pedro como segura salvación para su vida futura.
- Don Hermógenes el típico erudito a la violeta al que criticaban autores de la época como Cadalso y el mismo Moratín. Su verborrea latina, sus opiniones fuera de lugar reflejan perfectamente al típico erudito que contaba lo que había aprendido pocas horas antes, aunque no tuvieran nada que ver con la conversación. Halaga a don Eleuterio para aprovecharse de su éxito. Una vez que fracasa, reconoce, cínicamente, que ya lo sabía, que actuaba por interés económico. Es un personaje muy exagerado por Moratín para acentuar el carácter crítico que pretende el autor.
- Don Pedro es el polo opuesto a don Hermógenes. Es un hombre culto que no presume de su erudición nada más que cuando quiere dejar en ridículo al pedante don Hermógenes. Representa las ideas de Moratín: el teatro debe reflejar el buen gusto y el ingenio, no las extravagancias, porque la cultura influye en la evolución y el progreso del país. Su benefactora acción final descoloca un poco el objetivo de la obra.
- Los papeles femeninos son de lo más interesante de la obra. Estos papeles son representados por los personajes de Doña Mariquita y Doña Agustina, respectivamente. Mariquita, femenina e inculta, pero suficientemente letrada, ya que sabe de cuentas y leer y escribir; encarna a la mujer convencional de la España del siglo XVIII. Agustina presta más atención al teatro y a los temas académicos que a sus propios niños, representando una pedante y una mujer moderna. La batalla entre estas dos mujeres y sus posiciones sociales refleja la lucha entre la tradición y la modernidad en el teatro español y la sociedad misma.
- Tanto don Serapio como don Antonio son personajes menos importantes. Quizá podamos destacar a don Antonio, quien adopta una postura un tanto aséptica porque él va al teatro para reír no para protestar si la obra está bien o mal. Por lo tanto, le gusta tanto un teatro como el otro.
Tanto tiempo como espacio se ajustan a las reglas de las tres unidades: los hechos transcurren dentro de un día, apenas dos horas, y el espacio dramático es el mismo, el café en el que esperan algunos personajes para asistir a la representación. Existe otro espacio aludido en la obra y es el de la representación fracasada de la obra de don Eleuterio, pero no aparece directamente en la escena.
Lenguaje y estilo. Toda la obra presenta un tono cómico suave. El lenguaje más destacado aparece cuando se enfrentan los personajes con posicionamientos diferentes, sobre todo, debe mencionarse el lenguaje extremadamente culto, y pedante, de don Hermógenes, y la gracia del personaje de Mariquita, quien utiliza un lenguaje estándar que se adapta muy bien a su personaje. Moratín no se sirve excesivamente de las acotaciones para redondear el espacio o para describir mejor a sus personajes; lo hace mejor con su forma de hablar y de comportarse.

3. Conclusión.
La intención de Moratín no fue crear una gran obra de teatro, sino una obra con una clara intención crítica hacia el teatro predominante de la época. Se sirve de una manera magistral de los personajes para mostrarnos sus ideas teatrales ajustadas al Neoclasicismo. Personajes como los de don Hermógenes o los de doña Mariquita están muy bien definidos. El personaje de don Pedro y su paternalismo final me resulta un tanto chirriante para la obra.

domingo, 21 de marzo de 2010

Valoración crítica de las obras para la PAU

A continuación se presenta el guión que debe seguirse para la valoración crítica de las obras que se estudiarán para una de las preguntas obligatorias que aparece en las PAU.

MODELO DE ESQUEMA

1. Breve identificación.

- Significación y alcance del autor dentro de la tradición literaria: lugar que ocupa, importancia de la obra en el conjunto de su producción…
- Temas significativos de su mundo literario. Su concepción estética de la novela, la poesía o el teatro. Géneros y subgéneros.


2. Valoración y sentido. Elementos estructurales de la obra.

- Tema o temas de la obra y su relación o no con las constantes temáticas de su obra.
- Argumento de la obra en 5 ó 6 líneas, aunque depende de su extensión. Nunca más de 10.
- Estructura externa: capítulos, partes, escenas, actos, etc.
- Planteamiento y progresión de la obra. Elementos que intervienen en el desarrollo de la obra, digresiones que alteran la acción, tensiones dramáticas, planteamiento, nudo y desenlace, etc.
- Personajes: principales y secundarios, características, arquetipos o evolucionados a lo largo de la obra, pensamiento moral, etc.
- Tiempo y espacio narrativos. Interiores y exteriores y su relación con los temas de la obra.
- Tipo de narrador, omnisciente, objetivo, subjetivo, externo a la narración, personaje de la misma…
- Lenguaje y estilo. Grotesco, cómico, trágico. Uso del diálogo, de la narración, del monólogo interior, de la descripción. Registros de lengua: culta, estándar, vulgar, adaptada o no a los personajes.
- Originalidad de la obra, renovadora del género o con claros antecedentes temáticos o estilísticos.


3. Conclusión.

Síntesis rápida de lo valorado. Puedes incluir tu opinión personal sobre alguno de los aspectos o temas de la obra, pero relacionándola con tus conocimientos literarios.

domingo, 14 de marzo de 2010

LA CAZA DEL TESORO. LARRA

Una Caza del Tesoro sobre LARRA

Datos personales:

NOMBRE: JUAN PEDRO SÁNCHEZ SÁNCHEZ

LUGAR: GUADALAJARA, ESPAÑA

INTRODUCCIÓN

Mariano José de Larra es uno de los máximos representantes del movimiento romántico. En su obra y en su vida, el Romanticismo fue un movimiento que llevó hasta sus últimas consecuencias: su suicidio. Para comprender mejor las causas de este suicidio te propongo este trabajo sobre este autor.

* En principio, debes ir a PREGUNTAS y responder a las preguntas propuestas.

* Las respuestas tienes que buscarlas en las páginas seleccionadas que aparecen en RECURSOS.

* Posteriormente en LA GRAN PREGUNTA encontrarás las instrucciones para realizar un pequeño texto sobre el artículo de Larra.

* Finalmente, en la EVALUACIÓN se explican los criterios con los que será evaluado tu trabajo.

Para que te vayas familiarizando con la figura del escritor te proponemos visitar esta galería de imágenes.

¡Espero que esta caza te anime a leer y a disfrutar con la obra de este autor!


LAS PREGUNTAS

Debes contestar a todas las preguntas que te proponemos en este listado. Las primeras diez preguntas se refieren a datos biográficos sobre el autor que podrás encontrar en este enlace. Debes rellenar el cuestionario en un documento Word, así como el resto del trabajo.

La pregunta número 11 está formada por otras diez preguntas, a las que debes responder tras leer el artículo de Larra titulado El día de difuntos de 1836. Fígaro en el cementerio que puedes encontrar en el apartado RECURSOS.



PREGUNTAS

1. ¿Cuándo nació y cuándo murió Larra?

2. ¿En qué ciudad?

3. Nombre del gran y tempestuoso amor de Larra.

4. ¿Qué sobrenombres utilizaba para sus artículos?

5. Cita el drama más representativo escrito por Larra.

6. ¿Qué generación literaria posterior redescubre la obra de Larra?

7. ¿Por qué tuvo que exiliarse cuando tenía cuatro años?

8. ¿Con qué otros jóvenes inconformistas se reúne en la tertulia El Parnasillo?

9. Nombre de dos pilares de las letras francesas con los que se reúne en París.

10. ¿Cuenta cómo fue su trágico final?

11. En el siguiente enlace accederás al artículo de Larra El día de difuntos. A continuación aparecen una serie de preguntas sobre el texto (utiliza también el procesador de textos Word).

1. Tema principal.

2. ¿Qué gran cementerio visita Larra?

3. ¿Con qué identifica Larra las “tumbas” que visita?

4. Enumera y explica cuatro “tumbas” que visita Larra.

5. Luego, al final del artículo, aparece otro cementerio, ¿cuál es?

6. En el artículo se mezclan tonos trágicos, irónicos y amargos. Escribe tres frases o expresiones que así lo demuestren.

7. Escribe cinco figuras retóricas que encuentres.

8. Identifica y explica dos ideas románticas que aparecen en el texto.

9. Escribe palabras y expresiones que reflejen el lenguaje propio del Romanticismo.

10. Busca el significado de las palabras que aparecen marcadas en rojo en el texto.


LA GRAN PREGUNTA

Debes escribir un pequeño texto en Word que conteste a la siguiente cuestión:
Los artículos de Larra.
Busca información en este texto. Puedes estructurar tu texto siguiendo estos apartados:
* Estructura.

* Clasificación según su temática.

* Estilo.


RECURSOS

En las siguientes direcciones encontrarás la información que necesitas para completar tu trabajo:







EVALUACIÓN

Tu trabajo será evaluado de acuerdo con los siguientes criterios:

• Contestar correctamente a las diez primeras preguntas: 2,5 puntos.

• Contestar adecuadamente a las diez preguntas sobre el artículo: 5 puntos.

• Redactar un texto completo, coherente y correcto sobre los artículos de Larra: 2,5 puntos.


GUÍA DIDÁCTICA

Esta caza del tesoro está pensada para ser realizada por alumnos de 4º curso de E.S.O. o de 2º curso de Bachillerato.

El tiempo estimado para realizar las actividades propuestas es de tres sesiones de clase.

Inicialmente está diseñada para ser realizada de manera individual pero puede trabajarse en parejas.


Los contenidos que se trabajan son:

• Biografía de Mariano José de Larra.

• Bibliografía.

• Lectura y análisis de un artículo de Larra.

• Características de los artículos de Larra.

CRÉDITOS

Quiero expresar mi agradecimiento a los proveedores de recursos:






El día de difuntos

El día de difuntos de 1836. Fígaro en el cementerio


En esta duda estaba deliciosamente entretenido el día de los Santos, encomendábame a todos ellos con tanta esperanza, que no tardó en cubrir mi frente una nube de melancolía; pero de aquellas melancolías de que sólo un liberal español en estas circunstancias puede formar una idea aproximada. Quiero dar una idea de esta melancolía, un hombre que cree en la amistad y llega a verla por dentro, un inexperto que se ha enamorado de una mujer, un heredero cuyo tío indiano muere de repente sin testar, un tenedor de bonos de Cortes, una viuda que tiene asignada pensión sobre el tesoro español, un diputado elegido en las penúltimas elecciones, un militar que ha perdido una pierna por el Estatuto, y se ha quedado sin pierna y sin Estatuto, un grande que fue liberal por ser prócer, y que se ha quedado sólo liberal, un redactor del Mundo en la cárcel en virtud de la libertad de imprenta, un ministro de España y un Rey, en fin, constitucional, son todos seres alegres y bulliciosos, comparada su melancolía con aquélla que a mí me acosaba, me oprimía y me abrumaba en el momento de que voy hablando.

Volvíame y me revolvía en un sillón de estos que parecen camas, sepulcro de todas mis meditaciones, y ora me daba palmadas en la frente, como si fuese mi mal mal de casado, ora sepultaba las manos en mis faltriqueras, a guisa de buscar mi dinero, como si mis faltriqueras fueran el pueblo español y mis dedos otros tantos Gobiernos, ora alzaba la vista al cielo como si en calidad de liberal no me quedase más esperanza que en él, ora la bajaba avergonzado como quien ve un faccioso más, cuando un sonido lúgubre y monótono, vino a sacudir mi entorpecida existencia.

-¡Día de difuntos!- exclamé.

Y el bronce herido que anunciaba con lamentable clamor la ausencia eterna de los que han sido, parecía vibrar más lúgubre que ningún año, como si presagiase su propia muerte. Ellas también, las campanas, han alcanzado su última hora, y sus tristes acentos son el estertor del moribundo; ellas también van a morir a manos de la libertad, que todo lo vivifica, y ellas serán las únicas en España ¡santo Dios! que morirán colgadas. ¡Y hay justicia divina!

La melancolía llegó entones a su término; por una reacción natural cuando se ha agotado una situación, ocurrióme de pronto que la melancolía es la cosa más alegre del mundo para los que la ven, y la idea de servir yo entero de diversión...

-¡Fuera, exclamé, fuera! - como si estuviera viendo representar a un actor español-: ¡fuera!-, como si oyese hablar a un orador en las Cortes. Y arrojéme a la calle; pero en realidad con la misma calma y despacio como si tratase de cortar la retirada a Gómez.

Dirigíanse las gentes por las calles en gran número y larga procesión, serpenteando de unas en otras como largas culebras de infinitos colores:

¡Al cementerio, al cementerio! ¡Y para eso salían de las puertas de Madrid!

Vamos claros, dije yo para mí, ¿dónde está el cementerio? ¿Fuera o dentro? Un vértigo espantoso se apoderó de mí, y comencé a ver claro. El cementerio está dentro de Madrid. Madrid es el cementerio. Pero vasto cementerio donde cada casa es el nicho de una familia, cada calle el sepulcro de un acontecimiento, cada corazón la urna cineraria de una esperanza o de un deseo.

Entonces, y en tanto que los que creen vivir acudían a la mansión que presumen de los muertos, yo comencé a pasear con toda la devoción y recogimiento de que soy capaz las calles del grande osario.

-¡Necios!- decía a los transeúntes-. ¿Os movéis para ver muertos? ¿No tenéis espejos por ventura? ¡Miraos, insensatos, a vosotros mismos, y en vuestra frente veréis vuestro propio epitafio! ¿Vais a ver a vuestros padres y a vuestros abuelos, cuando vosotros sois los muertos? Ellos viven, porque ellos tienen paz; ellos tienen libertad, la única posible sobre la tierra, la que da la muerte. Hablan en voz bien alta y que ningún jurado se atrevería a encausar y a condenar. Ellos, en fin, no reconocen más que una ley, la imperiosa ley de la Naturaleza que allí los puso, y ésa la obedecen.

-¿Qué monumento es éste?- exclamé al comenzar mi paseo por el vasto cementerio-. ¿Es él mismo un esqueleto inmenso de los siglos pasados o la tumba de otros esqueletos? ¡Palacio! Por un lado mira a Madrid, es decir a las demás tumbas; por otro mira a Extremadura, esa provincia virgen... como se ha llamado hasta ahora. En el frontispicio decía: "Aquí yace el trono; nació en el reinado de Isabel la Católica, murió en La Granja de un aire colado." En el basamento se veían cetro y corona y demás ornamentos de la dignidad real. La Legitimidad, figura colosal de mármol negro, lloraba encima. Los muchachos se habían divertido en tirarle piedras, y la figura maltratada llevaba sobre sí las muestras de la ingratitud.

¿Y este mausoleo a la izquierda? La armería. Leamos:

Aquí yace el valor castellano, con todos sus pertrechos. R.I.P.

Los Ministerios: Aquí yace media España; murió de la otra media.

Más allá: ¡santo Dios! Aquí yace la inquisición, hija de la fe y del fanatismo: murió de vejez. Con todo, anduve buscando alguna nota de resurrección: o todavía no la habían puesto, o no se debía de poner nunca.

Alguno de los que se entretienen en poner letreros en las paredes había escrito, sin embargo, con yeso en una esquina, que no parecía sino que se estaba saliendo, aun antes de borrarse: Gobernación. ¡Qué insolentes son los que ponen letreros en las paredes! Ni los sepulcros respetan.

¿Qué es esto? ¡La cárcel! Aquí reposa la libertad del pensamiento. ¡Dios mío, en España, en el país ya educado para instituciones libres!

Dos redactores del Mundo eran las figuras lacrimatorias de esta grande urna. Se veían en el relieve una cadena, una mordaza y una pluma. Esta pluma, dije para mí, ¿es la de los escritores o la de los escribanos? En la cárcel todo puede ser.

La calle de Postas, la calle de la Montera. Estos no son sepulcros. Son osarios, donde, mezclados y revueltos, duermen el comercio, la industria, la buena fe, el negocio.

Una figura de yeso, sobre el vasto sepulcro, ponía el dedo en la boca; en la otra mano una especie de jeroglífico hablaba por ella: una disciplina rota.

Puerta del Sol. La Puerta del Sol: ésta no es sepulcro sino de mentiras.

La Bolsa. Aquí yace el crédito español. Semejante a las pirámides de Egipto, me pregunté, ¡es posible que se haya erigido este edificio sólo para enterrar en él una cosa tan pequeña!

La Imprenta Nacional. Al revés que la Puerta del Sol, este es el sepulcro de la verdad. Única tumba de nuestro país donde a uso de Francia vienen los concurrentes a echar flores.

¡Mis carnes se estremecieron! ¡Lo que va de ayer a hoy! ¿Irá otro tanto de hoy a mañana?

Los teatros. Aquí reposan los ingenios españoles. ¡Ni una flor, ni un recuerdo, ni una inscripción.

Pero ya anochecía, y también era hora de retiro para mí. Tendí una última ojeada sobre el vasto cementerio. Olía a muerte próxima. Los perros ladraban con aquel aullido prolongado, intérprete de su instinto agorero; el gran coloso, la inmensa capital, toda ella se removía como un moribundo que tantea la ropa; entonces no vi más que un gran sepulcro; una inmensa lápida se disponía a cubrirle como una ancha tumba.

¡Fuera, exclamé, la horrible pesadilla, fuera! ¡Libertad! ¡Constitución! ¡Tres veces! ¡Opinión nacional! ¡Emigración! ¡Vergüenza! ¡Discordia! Todas estas palabras parecían repetirme a un tiempo los últimos ecos del clamor general de las campanas del día de Difuntos de 1836.

Una nube sombría lo envolvió todo. Era la noche. El frío de la noche helaba mis venas. Quise salir violentamente del horrible cementerio. Quise refugiarme en mi propio corazón, lleno no ha mucho de vida, de ilusiones, de deseos.

¡Santo cielo! También otro cementerio. Mi corazón no es más que otro sepulcro. ¿Qué dice? Leamos. ¿Quién ha muerto en él? ¡Espantoso letrero! ¡Aquí yace la esperanza!

¡Silencio, silencio!



Mariano José de Larra, Artículos

martes, 2 de marzo de 2010

Tarea 6. Cervantes. Vida y obra

Rápida semblanza de la vida y de la obra de Miguel de Cervantes.
Ideal para comenzar el conocimiento de este autor en 3º ESO.

Tarea 5. Gustavo Adolfo Bécquer. Biografía



Para 4º ESO.
Amplio trabajo biográfico sobre la figura de Gustavo Adolfo Bécquer. Muy adecuado para conocer a este gran poeta con imágenes de su entorno de su figura.

Tarea 4. Lírica romántica

Dirigido a alumnos de 4º ESO.
Breve presentación para explicar la lírica romántica con tres puntos principales:
1. Características generales del movimiento romántico.
2. Características de la lírica romántica en España.
3. Obras y autores más representativos.